jueves, 26 de agosto de 2010

De romances, refranes y ramadas

En la isla de Chiloé, último baluarte español al sur de Chile, se recogen versos de romances antiguos que también aparecen en la tradición popular judeoespañola. Como ilustración vaya la siguiente estrofa: “En la mar hay una torre y en la torre una ventana, en la ventana una niña que a los marineros llama” (versión chilota) “En la mar ay una torre i en la torre una ventana, en la ventana una ija ke a los marineros yama” (versión judeoespañola).
Mapa turístico de Chiloé

Este curioso fenómeno ha llevado a suponer una influencia cultural judeoespañola en la región, hecho que no existió jamás. La explicación es más simple, y consiste en que el romancero hispanoamericano y el romancero judeoespañol proceden de una fuente común, que es el romancero español.
Iconografía del romancero español

En efecto, el año 1492 marcó el destino de dos grandes migraciones que salieron de la península, la de españoles cristianos hacia occidente, y la de españoles judíos hacia oriente. Ambos grupos llevaron la cultura y las costumbres de España a los lugares adonde se dirigieron. En el caso de los judíos españoles, estos fueron capaces de hispanizar comunidades judías enteras, instaladas en Europa y Asia varias centurias atrás.


Mapa de la diáspora judeoespañola

Lo mismo que con las canciones, pasa con los refranes. El refranero hispanoamericano y el refranero judeoespañol son dos vertientes, con poca innovación, del refranero español. Aún en aquellos expresados en forma localista se nota la filiación, como el argentino el que se quema con zapallo sopla hasta la sandía, o el judeoespañol i el jajám yerra a la tevá, versiones respectivas de los españoles quien se quema con la sopa hasta el agua fría sopla, y al mejor cazador se le escapa la liebre.


Refrán español

La interpretación acomodaticia con fines autárquicos conduce a exageraciones, como decir que la ramada chilena tiene origen en la suká judía, y valida el argumento del maestro que enseñaba que la forma triangular – ¡más o menos nomás!, habría que agregar! - de los continentes demuestra la existencia de la Santísima Trinidad.


Ramada chilena
Reconocer los orígenes no quita mérito, sino refuerza la identidad, o para decirlo en un refrán, quien su origen no conoce, su destino desconoce.

1 comentario:

  1. Afirmar con tanta seguridad que en Chiloé no hubo influencia judeo- española es al menos desinformado, porque aislado, y lejos de la inquisición, Chiloé fue refugio de cristianos "nuevos".

    https://www.liv.ac.uk/media/livacuk/schoolofmanagement/docs/drive/The,Dutch,invasion,of,colonial,Chiloe,and,early,Chilean,exceptionalism.pdf.
    paper : http://jfh.sagepub.com/content/32/3/215.short

    Quizás no conviene indagar en el pasado profundo de familias "muy católicas" de Chiloé, pero no se puede afirmar lo que se ha señalado en su artículo.

    Por otra parte, la influencia de "marranos"o judios conversos y criptojudios en el Chile Colonial esta bastante documentada. Se sugiere leer "Los judíos en Chile durante la colonia" y "Nuevos antecedentes para una historia de los judíos en Chile colonial" del profesor Böhm, Günter. Quizás la "ramada" tenga origenes no tal criollos.


    Saludos.

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