jueves, 9 de septiembre de 2010

¡Buenos resultados!

Con una ovación al anuncio de los conductores Nora Aguirre y David Duque que los treinta y tres mineros de Copiapó estaban vivos, comenzó la octava versión de los Encuentros de Música Judeoespañola, evento organizado desde 1999 por Estadio Español de Las Condes y Los Estudios Sefardíes en Chile.
Como es tradicional, gran cantidad de público sobrepasó las cómodas aposentadurías dispuestas por la entidad anfitriona en el Salón de los Reyes de España, a pesar de que en esta oportunidad la fecha se había trasladado de Sábado a Domingo, y las invitaciones estuvieron sujetas a mayor control para obtener una maximización del buen uso del espacio.
En su carácter de dueño de casa abrió el espectáculo el Coro Juan del Encina con canciones judeoespañolas integradas a su repertorio oficial, y le siguieron en la misma orientación los Coros Voces de Israel y Sefarad, los solistas Ester Cohen, Clarita Ventura, Ángela Gavilán, Ariel Meneses y Humberto Narváez, para cerrar con la siempre esperada participación de la Rama de Danza Española de la institución hospedante.


Los conductores del evento: Nora Aguirre y David Duque
Participación del “Coro Juan del Encina” del Estadio Español de Las Condes con la dirección del Maestro Waldo Aránguiz Thompson.
El coro interpretó brillantemente las canciones: “Alta, alta es la luna” y “Una pastora yo amí”

Clarita Ventura, con su gran calidad interpretativa y su hermosa voz, ofreció las canciones: “El Rei de Francia” e “Isha mía, mi kerida”.



La categoría de la gala estuvo avalada por la excelencia de los Directores de los coros concurrentes, entre quienes se encontraban reconocidas figuras nacionales como los maestros Waldo Aránguiz, Presidente de la Asociación Latinoamericana de Canto Coral; Gastón Abarzúa, Gerente de la Agrupación Musical Laudate Dominum; y Juan Orellana, Director de la Corporación de Música Medieval In Taberna. A lo anterior se agregó la calidad de los solistas, con serios estudios de música y voz en el país o en el extranjero; la de los instrumentistas acompañantes, maestros Pedro Isla, Rolando Rojas, Richard Hazard y Sergio Contreras, y la distinción de los conductores anteriormente nombrados. Mención aparte merece el Director y destacado Coreógrafo de la Rama de Danza Española, maestro Antonio Larrosa.

El Coro Sefarad, con la dirección artística de Gloria Bitrán y la dirección musical del Maestro Juán Orellana interpretaron con gran simpatía una serie de canciones picarescas en ladino: “En la madrugada”, “Iyika, dile a tu mamá”, “Mi suegra la negra” y “El encalador”

El coro “Voces de Israel” bajo la dirección del Maestro Gastón Abarzúa interpretó con su habitual calidad y calidez las canciones: “Ay, linda amiga”, “Congoja más” y “La rosa que tú me confiates”.


La presentación de cada número estuvo apoyada por la proyección de imágenes de Toledo relacionadas con la intensa vida judía que se desarrolló allí durante siglos de convivencia, tema también descrito en el libreto y graficado en la iconografía de la convocatoria asociada a una de las más famosas obras de El Greco, Visión de Toledo. El público contó, además, con un detallado e ilustrativo programa que le permitió informarse previamente del contenido del evento y seguir su desarrollo en el escenario. Se puso término a la jornada con un espléndido cóctel que Estadio Español ofreció a la totalidad de los participantes en el Salón Reina Isabel de Castilla, con la respectiva entrega de Diplomas.
Humberto Narváez Leví, con gran maestría las muy bien elegidas canciones: “Mi korazón”, “Ay, amor” y “Kuando veo iya ermoza”. Tras una gran ovación cantó, ante la insistencia del público, la canción:”Kuando el rei Nimrod”

Los Estudios Sefardíes en Chile agradece a la Directiva de Estadio Español de Las Condes, representada por los señores Jorge Cacho y Manuel Rodríguez, el que a través del Departamento Social y Cultural de la institución ponga generosamente a disposición todos los recursos necesarios, económicos, técnicos y humanos, para acoger periódicamente un programa cultural en reconocimiento de que el judaísmo español es parte viva de la Hispanidad.

Ester Cohen acompañada por los Maestros Rolando Rojas Matus en guitarra y Richard Hazard Osandón en flauta traversa interpretó, con su hermosa voz, las canciones: “Duerme, duerme mi anyelico” y “Komo la rosa en la güerta”




Cerró el encuentro el “Grupo de Danza Española del Estadio Español de Las Condes” quienes, bajo la dirección del Maestro Antonio Larrosa, interpretaron “Fandanguillo de Huelva” y “Zorongo Gitano”.



Masiva asistencia de público que repletó el Salón de los Reyes del Estadio Español.


El VIII Encuentro de Música Judeoespañola fue cubierto periodísticamente por la revista digital y semanal Anajnu (http://www.anajnu.cl/), a la que agradecemos su autorización para utilizar las fotografías.

lunes, 6 de septiembre de 2010

¡El perro judío!

Dicen que las letras de las rondas infantiles llevan mensajes subliminales destinados a influir negativamente en la mente de los niños. La de El perro judío no es de esas, pues su mensaje es evidente
Ronda infantil
 
 
Para jugarla se asigna a dos niños los papeles de perseguidor y perseguido, y todos se disponen en ronda cantando: ¿Cuántos panes hay en el horno? ¡Veintiún quemados! ¿Quién los quemó? ¡El perro judío! ¡Arráncate perro que allá voy yo! ¡Mátalo, mátalo por atrevido! (*) Si el niño perseguido es atrapado queda eliminado del juego, y si no, se invierten los papeles hasta acabar la ronda.
 
 
Canis lupus, ni judío, ni cristiano, ni musulmán
 
 
 Aparte de la condenable aplicación a personas del sentido peyorativo del término perro –palabra de etimología desconocida en la lengua castellana por lo demás-, ¿de dónde viene ese significado insultante? La respuesta se encuentra en las tres religiones monoteístas que “convivieron” en España, para las cuales el perro era un animal impuro.

 
Literatura sobre las tres religiones en España

Así el judío Abraham ibn Ezra llamó perros en sus poemas a los musulmanes que destruyeron las aljamas andaluzas; otro tanto hizo el musulmán Al Maqqari contra los cristianos en su relato de la batalla de Covadonga, y para qué decir cómo trató a los judíos el “seráfico” fray Francisco de Torrejoncillo en su Centinela contra judíos, por citar sólo tres ejemplos. Los judíos siempre llevaron las de perder en estas invectivas seudo teológicas.


Caricaturización de las religiones monoteístas
 
Se equivocaría, no obstante, quien sacara como conclusión que España ha sido un país especialmente intolerante, sin fijarse que los hechos evocados corresponden a la práctica de un fenómeno religioso que es transversal a toda la humanidad. Lo particular fue que en España coexistieron, mal que bien, tres expresiones de este tipo que eran excluyentes entre sí por naturaleza, paradigma que no se ha vuelto a repetir en la historia global.


 
(*) Hay otra versión que reemplaza la palabra judío por soldado, y el último verso por que se queme, que se queme, que se queme bien quemado.


jueves, 2 de septiembre de 2010

Pedro de Torres, el judío que ennobleció a la comuna de Las Condes

Era un judío muy particular don Pedro de Torres. Nacido en La Serena de padres descendientes de los expulsados de Portugal radicados en Chile, se enriqueció en el comercio de animales con Perú y luego en sociedad con dos conversos del mismo origen, entre ellos un fraile.

Manuel I expulsó a los judíos de Portugal en 1496
Instalado en la capital, se empeñó en ser admitido en la alta sociedad, que lo rechazaba; compró los cargos de Alcalde y Tesorero de la Santa Cruzada, que se vendían al mejor postor; y levantó su palacio frente al del obispo, que abrió los brazos de la iglesia al rico mercader. A su muerte Torres dejó generosos legados para obras pías, y una provisión en efectivo para que se celebraran ¡cuatrocientas misas! por su alma.

Portal Fernández Concha, en terrenos que fueron de Pedro de Torres

Otra de las adquisiciones de quien ostentara la mayor fortuna de la época en Chile, fue la hacienda San José de Sierra Bella, ubicada en tierras que hoy son parte de la comuna de Las Condes. Esta y demás posesiones, las reunió en un mayorazgo para dotar a su hija, María de Torres, en su matrimonio con Cristóbal Messía, hijo del Presidente de la Real Audiencia de Charcas en Perú, de familia de conversos.


La Casona de Las Condes, construcción iniciada por Pedro de Torres en el siglo XVII

Para levantar su prestigio luego de un proceso incoado contra él por un fraile agustino, hijo de uno de sus antiguos socios portugueses, Torres envió a su yerno a España para que le comprara un título nobiliario, honor que le fue negado. Obrando hábilmente con el dinero de su suegro, Cristóbal Messía lo adquirió para su padre, hecho que fue aceptado por el mandante con la certeza que todo redundaría en beneficio de su nieto, Diego Messía de Torres.

Escudo del título nobiliario conde de Sierra Bella, comprado con dinero de Pedro de Torres

Sospechando la Inquisición y la corona española que detrás de la maniobra estaba Pedro de Torres, se incluyó en el documento la prohibición que el título se usara en versión femenina, para asegurar su extinción en caso que lo heredara una mujer. Esto no se produjo hasta el siglo XIX, en que el título recayó en dos descendientes de tal sexo que fueron conocidas como ”las condes de Sierra Bella”.

Nuevo edificio de la Municipalidad de Las Condes, construido en 2004

En 1901 se constituyeron en comuna los terrenos al oriente de Santiago, en los que estuvo la hacienda de Sierra Bella, y para el nuevo municipio los regidores adoptaron el nombre de Las Condes y el escudo correspondiente al título nobiliario que se empeñó en conseguir, para él o para sus descendientes, el peculiar judío Pedro de Torres.

Judío ortodoxo en el barrio Sierra Bella de Las Condes

Es curioso constatar que precisamente ese sector, al que ahora los vecinos llaman “la pequeña Israel”, ha sido elegido últimamente por corrientes judías ortodoxas para instalar allí sus comunidades y sinagogas, aunque por razones distintas a las de su antecesor. ¿Qué pensarán de él, si acaso conocen su historia?

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Marranos en Chile

De cerdo a judaizante, pero no judío, van las acepciones que la última edición del Diccionario de la Real Academia Española trae de la palabra marrano. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que cada una de ellas tiene un origen diverso y por lo tanto un significado diferente, que el uso común o “la falta de ignorancia”, como decía el huaso, han confundido.
Marrano o cerdo, del árabe muharram, alimento prohibido, según el DRAE
En Chile no hubo Tribunal del Santo Oficio, y para detectar los “desvíos de la fe” se nombraba a comisarios desde el tribunal instalado en Lima. De estos funcionarios o “familiares” los hubo permanentemente en Santiago, Valparaíso y Concepción, y pertenecían al clero o eran miembros civiles de la alta sociedad criolla.


Marrano o judaizante, del castellano marrar, desviarse de lo recto, según el DEHA (*)
También hubo en Chile marranos o judaizantes, como los malagueños Rodrigo Henríquez de Fonseca, su mujer Leonor Andrade, y el hermano de esta, Luis Rivero, que fueron apresados en Santiago, enviados a El Callao vía Valparaíso, entregados al brazo secular –eufemismo usado por el clero para deslindar su responsabilidad en un crimen- y quemados en Auto de Fe el 23 de enero de 1664 en Lima.


Auto de Fe en Lima, Perú

El más famoso marrano o judaizante chileno fue Francisco Maldonado de Silva, nacido en Tucumán, a quien José Toribio Medina presenta con bastante desconfianza (¿loco o mártir?) en su Historia del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en Chile. Prendido en Concepción, mantenido en prisión por varios meses en el convento agustino de Santiago y otros tantos en Valparaíso, tuvo el mismo destino que los anteriores en Lima, aunque su proceso fue más largo y dramático.
 Camisa limpia, novela de Guillermo Blanco

Con mayor benevolencia le tratan en sus novelas el escritor chileno recientemente fallecido Guillermo Blanco, y el argentino Marcos Aguinis, pero es preciso reconocer que ambos se apartan notablemente del rigor histórico en sus relatos.
 La gesta del marrano, novela de Marcos Aguinis

Se ha exagerado hasta el absurdo la existencia y la influencia de marranos o judaizantes en Chile, atribuyendo este carácter a personajes de la historia y a sus descendientes, que nunca lo fueron, y asignando imaginativamente procedencia judía a apellidos, que no la tienen.
Plaza Echaurren de Valparaíso

Sobre la base real que los pocos marranos o judaizantes que hubo en Chile fueron embarcados a Perú desde Valparaíso para ser quemados en Lima, el circuito turístico Shalom Valparaíso hace mención de la Plaza Echaurren, lugar hasta donde llegaba el mar en el siglo XVIII y estaba el antiguo muelle, como el Embarcadero de los mártires marranos.

(*) Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, Barcelona 1915